Este libro es eso, el resultado de un montón de profesionales llenas de
arte y con ganas de extender por el mundo todo lo que han aprendido
y practican cada día en sus aulas.
Porque, para estar en el mundo de la educación, hay que ser un poco
artista y un tanto artesana.
Hay que tener el corazón lleno de lucecitas emocionales.
Hay que estar dispuesta y disponible para encender corazones o velar
para que estos no se apaguen.
Cuando, además de ello, logramos entendernos entre nosotras y hacer
de la escuela un lugar de encuentro con las familias, lo que ocurre es
que creamos un clima emocional que hace de abono, de tierra fértil
donde nuestras niñas y nuestros niños no solo serán capaces de
aprender con gusto, también adquirirán estrategias emocionales para
gestionar sus vidas. Estamos seguras de que estas actividades que ya
han sido probadas en el aula te van a atrapar tanto como lo hicieron
con cada una de las autoras de este libro.





